Circunvalaciones

e{y}e

e{y}e

  El atasco de la M-30 tenía a Juan completamente adormilado. Era de aquellos típicos atascos de las grandes capitales a primera hora de la mañana. En la radio del coche sonaba “Caballo viejo”.

  El atasco del boulevard péripherique tenía a Sandrine completamente adormilada. Era de aquellos típicos atascos de las grandes capitales a primera hora de la mañana. En la radio del coche sonaba “Caballo viejo”.

  En ese momento indefinible que transita entre la vigilia y el sueño, Sandrine y Juan se acordaron súbitamente el uno del otro. Recordaron la reunión de incentivos en Menorca en la que se habían conocido en persona. Recordaron la vuelta a la isla que habían hecho a caballo por un antiguo sendero militar de vigilancia costera. Recordaron los aromas del salitre y el sonido de los cascos en el suelo…

-Bonjour?

-Hola, Sandrine, soy Juan, de Madrid.

-Hola Juan, buenos días. ¿A qué debo el honor de tu llamada?

-Pues mira, voy camino de la oficina y estaba pensando que no me había quedado muy claro si ibas a volver a las Baleares en vacaciones o tenías planes para ir a Bretaña. Por otra parte, sigo con dudas acerca de lo que nos dijeron sobre el liderazgo en la escuela de doma e intuyo que las sabrás resolver.

-¡Jajajaja! Ya sé por donde siguen tus dudas. El jinete lidera la marcha del caballo, el caballo lidera el pacto de ambos para llegar juntos al final y el domador lidera la calidad del encuentro entre hombre, bestia y paraje. Analogías las que quieras.

-¿Y quién lidera a los tres?

-La mujer: nos vemos en Menorca y te lo explico cerquita…

-Lección magistral, Sandrine, lidera la mujer. ¡Preparo las reservas!

-Que tengas un buen día, Juan. Je t’embrasse…

Deja un comentario