S’Enclusa derelicta

  Un objeto derelicto, según la RAE -que limpia, fija y da esplendor-, es un objeto que ha sido objeto de derelicción y, siempre según la RAE, la derelicción es el abandono de una cosa con ánimo de poner fin a la propiedad que se ostentaba sobre ella.

  Resulta que en uno de los montes de Ferreries hay una antigua base militar de la OTAN abandonada a su suerte. El otro día salté la valla para ver los antiguos barracones y los inmensos radares de radio que coronan el cerro. Orgulloso andaba yo de mi hazaña hasta que mi acompañante cruzó la misma valla por un agujero practicado en la misma pocos metros más allá, lo que me dejó con una incómoda sensación de ridículo.

  La base es una inmersión total en un capítulo de la antigua serie M.A.S.H., protagonizada por Alan Alda, pero sin la frenética actividad de la soldadesca. Se respiraba una extraña paz en esa zona de guerra antigua y fría. Los barracones acusaban el paso del tiempo y la invasión de la vegetación y el óxido. Los mastodónticos radares dejaban entrever su obsolescencia y los pocos indicios que quedaban de aparataje llevaban todos el sello de General Electric, señal inequívoca del rastro monopolístico del ejército más poderoso del mundo. También había pintadas que testimoniaban el paso de tribus ácratas por el lugar y el conjunto no dejaba indiferente: un cierto sabor almizclado a melancolía anacrónica y estrambótica. Dicen que un día el espacio se dedicará a tareas de investigación sobre la naturaleza y, mientras eso ocurre, ahí sigue la derelicción, con canasta de baloncesto incluída.

  Hoy en día los satélites han cubierto geoestratégicamente el planeta y el antiguo sistema de comunicaciones del Medcomm está, ya no obsoleto, sino completamente fósil, pero en su tiempo fue lo más granado de la tecnología. Las antenas de radio funcionaban por dispersión troposférica, apuntando las de Menorca hacia el monte Limbara, en Cerdeña (465 km), y dando cobertura de comunicaciones militares a esta zona del Mediterráneo en una red que daba servicio desde Inglaterra hasta Turquía.

  Me quedo con un comentario de un viejo marine que he encontrado en Internet y que transcribo textualmente:

  EngineerX0 El Diciembre 26, 2007 escribió:

“I worked at that site in Minorca from March of 1979 until December 1980. It was the best doggone assignment in the whole US Air Force.”

Trad.- “Trabajé en ese lugar en Menorca desde marzo de 1979 hasta diciembre de 1980. Era el mejor condenado destino de toda la fuerza aérea de los Estados Unidos.”

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